Construida en 1930 para el embajador alemán, esta insólita joya arquitectónica fusiona historia y diseño. Materiales nobles como mármol, bronce y suelos hidráulicos resaltan en su reforma integral. Tres plantas más garaje independiente, acceso por doble portal a hall distribuidor. Despacho, habitación discreta y escaleras a la planta de noche. Salón comedor con estufa, dos cocinas y balcón. Zona de noche segura con habitación señorial, vestidor, baño y balcón privado. Salón adicional, habitaciones y baño. Planta inferior con salón, chimenea, comedor, cocina equipada y habitación abuhardillada. Terraza de 150 m² con piscina, barbacoa y toldos motorizados. Garaje para dos coches, zona deportiva y local comercial. Ventanas alemanas premium. Lujo, confort, seguridad y funcionalidad en perfecto equilibrio.

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